El ataque de la Génesis es uno de esos juegos que parece que fue diseñado para castigarlo de la mejor manera posible. Empiezas pensando: "Está bien, esto no es tan malo", y de repente te estás ahogando en enemigos, como los niveles de caos de bala. El primer jefe solo me hizo reiniciar al menos tres veces antes de descubrir su patrón.

Se clava ese ambiente clásico de disparos arcade: sprites bright, gruesos, una banda sonora que de alguna manera de alguna manera se dispara perfectamente sin ser molesto y controla lo suficientemente apretado como para que cuando mueras, sabes que es tu culpa. Sin embargo, diré que los picos de dificultad son brutales. O dominas esquivando o no sobrevives al nivel 3 del pasado.

Si pierde los días de sudar sobre un CRT con el dolor de pulgar por los botones de puré, este es puro combustible de nostalgia. Simplemente no arroje su controlador cuando el jefe final haga trampa.