
Juego Pacman

Pac-Man en NES es básicamente el clásico arcade abarrotado en su sala de estar, y sí, sigue siendo tan simple y extrañamente hipnótico como siempre. Tienes tus puntos de chomping de círculo amarillo, cuatro fantasmas haciendo todo lo posible para arruinar tu día, y ese icónico sonido de Wakka-Wakka se quemó en tu cerebro. Los controles son estúpidamente simples (solo muévete), pero buena suerte despejando todo el laberinto sin ser acorralados por Blinky o Pinky.
Lo curioso: cuando este primer éxito arcades, fue una bola curva total. Sin naves espaciales, sin deportes, solo un tipo hambriento y algunos fantasmas muy persistentes. La versión de NES no es perfecta (los colores están un poco apagados y la música es muy metálica), pero sigue siendo la misma lucha frenética para pellets de potencia y puntajes altos. Además, si nunca has visto las extrañas bonificaciones de frutas flotando como algún tipo de ovnis comestibles, te estás perdiendo.
Es uno de esos juegos en los que juras que te detendrás después de una ronda, y de repente son las 2 de la mañana y estás murmurando sobre los trucos baratos de Inky. Los fantasmas tienen patrones, claro, pero buena suerte recordándolos cuando te están agrupando.