

Ah, Pac-Man: el abuelo de los juegos de arcade. Ya conoces el ejercicio: Puntos de mord y evita fantasmas y reza que no te acorralen cuando Blinky se pone rojo. Los controles son estúpidos simples (solo flechas), pero no dejes que eso te engañe: esos idiotas rosa y azul se vuelven más rápidos en cada nivel.
La primera vez que jugué, pensé que sería una brisa. Luego llegué al nivel 3 y me di cuenta de que los fantasmas tienen una venganza personal contra los círculos amarillos. Consejo profesional: memorice las salidas del túnel o se tostan. Todavía se aferra, incluso si es más viejo que el teléfono con volante de mi papá.