Ah, el NES Bomberman - Cosas clásicas. Solo eres este pequeño corriendo por un laberinto, dejando caer bombas para explotar paredes y enemigos. No hay multijugador aquí, que es un fastidio si creciste con las versiones posteriores, pero el jugador todavía se mantiene. Los controles son simples (solo mueva y coloque bombas), pero las etapas se vuelven más complicadas: las enemigas se aceleran, los laberintos se vuelven más estrechos y de repente estás en pánico porque te encajan. Es una diversión pura y directa de estilo arcade.