El mismo juego en SNES es uno de esos rompecabezas simples pero adictivos donde limpias los bloques de colores al igualarlos en grupos. Tiene el clásico encanto suave de Hudson, algunos de sus personajes aparecen en el fondo, lo cual es un buen toque si te gusta Bomberman o Adventure Island.

El juego es sencillo: toque un clúster de bloques del mismo color y desaparecen. Cuanto más grande sea el grupo, más puntos obtendrás. Suena fácil, pero despejar todo el tablero sin dejar rezagados es extrañamente satisfactorio. Seguí diciéndome a mí mismo "una ronda más" con demasiada frecuencia.

No es llamativo, pero es el tipo de juego que aún estarás jugando cuando te das cuenta de que ha pasado una hora.