

El nuevo Super Mario Bros. en el DS es básicamente la fórmula clásica de Mario pero con una nueva capa de pintura, y funciona. Tienes tu costumbre habitual, salto y pisoteando Goombas, pero los niveles se sienten más estrictos y más inventivos que algunos de los juegos más antiguos. Las potencias también son una explosión: el mega hongo te convierte en una bola de demolición que llena la pantalla, y el mini hongo hace que la plataforma sea mucho más tensa (y hilarante cuando te deslizas a través de pequeños huecos).
Lo que me sorprendió fue lo bien que se siente en el DS. Los controles son ágiles, y la configuración de doble pantalla en realidad agrega algo, como ver tu próximo objetivo arriba mientras esquivan los enemigos a continuación. Algunos de los niveles posteriores se vuelven brutales, pero de esa manera satisfactoria de "un intento más". Si alguna vez has disfrutado de un juego de Mario, este es obvio.